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Columna de opinión

 

Con los exámenes de control y confianza realizados en las corporaciones policiacas, se tendrán que ir mil 860 elementos municipales que resultaron no aptos en Jalisco, como resultado del plan de depuración anunciado por Alfonso Durazo, titular de Seguridad y Protección Ciudadana.

 

Lo contrastante es que, en pleno déficit policial, de los dos mil 584 gendarmes tapatíos, un elemento es excepcional: Francisco López Lanz, al publicar su poemario “Espinas, Flores y Poemas”.

 

A pesar del bajo salario de los policías tapatíos, al que, por cierto, Alfaro aumentó mil 600 pesos y que después de los impuestos terminó en mil 100 pesos, el poeta divulgó su obra con sus propios recursos.

 

En este contexto, otros patrulleros también han escrito, pero no cosas dulces, sino una carta de repudio hacia Alfaro, donde externan sentirse “defraudados, frustrados, lastimados”, porque “carecen de lo básico en equipo de trabajo”, en ella también lo culpan de ser “el cáncer” de Jalisco.

Queda claro que las habilidades literarias y culturales no sólo se limitan a un determinado sector de la sociedad y que ante la necropolítica que se vive en la entidad, una forma de expresar los sentimientos, las emociones, penas y aflicciones, es la escritura.


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