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Mediante la música las comunidades indígenas transmiten su cosmología.
Se anunció la creación de una Comisión Presidencial que permite apoyar con recursos del erario a escuelas indígenas que tienen por objeto desarrollar una educación y formación musical con principios comunitarios.
Dicho decreto da certidumbre jurídica y administrativa a las escuelas comunitarias, semilleras de talentos, sin embargo, terminará el 30 de septiembre de 2024.
Entre las tareas están verificar la viabilidad de constituir como entidades de la Administración Pública Federal a las escuelas o centros de desarrollo musical indígenas y diseñar e implementar metodologías que permitan el apoyo continuo y efectivo para la operación de las escuelas.
Con el decreto se da un paso considerable en cuanto a pluralidad de manifestaciones musicales y el ejercicio participativo de las comunidades pues se respetan los usos y costumbres, los principios y valores comunitarios.
Mediante la música las comunidades indígenas transmiten su cosmología. Sonidos, acordes, tonos, instrumentos, cantos, historias, leyendas que perduran a pesar del colonialismo impregnado y arraigado en el país.
Cabe destacar que los directivos de esta comisión no recibirán retribución, ni compensación por participar, será por amor al arte, detalle que contribuye con no crear gastos y puestos innecesarios, práctica que fue casi de facto en las anteriores administraciones, que por cierto brillaron por su ausencia.
En el mismo tenor, colectivos de artistas exigen a la Secretaría de Cultura 15 mil pesos para 100 mil artistas a manera de adelanto. Hay prioridades y la protección a los indígenas es eje central en la agenda.
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