Portada del libro "¡Toma los medios, sé los medios, haz los medios!"
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A nivel internacional, cada 8 de septiembre se conmemora el Día del Periodista para reconocer a los profesionales de los medios de comunicación y su labor como representantes de la libertad de expresión.

La fecha fue establecida al terminar la Segunda Guerra Mundial en honor al periodista y escritor checoeslovaco Julius Fučík, quien fue ejecutado por los nazis en 1943.

Cuando fue detenido, en 1942, Fučík era encargado de las publicaciones del Partido Comunista en su país. Tras su arresto, lo trasladaron a Berlín, donde fue torturado y asesinado.

A pesar de los abusos de los que fue víctima, Julius Fučík continuó escribiendo mientras estuvo en la cárcel, lo que dio como resultado su Reportaje al pie de la horca. En esa serie de escritos publicados de manera póstuma, se relatan las condiciones en las que vivió durante su arresto y las torturas que se le infligieron por negarse a dar información que ayudara a la captura de sus compañeros de partido.

En 2021, se conmemora el Día del Periodista en una situación de violencia generalizada a nivel global y local, en el que los profesionales de la información se ven constantemente amenazados durante la realización de sus labores.

De acuerdo con cifras de Reporteros Sin Fronteras, este año, en el mundo más de 20 periodistas han sido asesinados debido a sus actividades profesionales y México encabeza la lista.

Benjamín Morales (Sonora), Gustavo Sánchez Cabrera (Oaxaca), Saúl Tijerina (Coahuila), Ricardo López (Sonora) y Jacinto Romero Flores (Veracruz) son los cinco periodistas víctimas de asesinato en el país en lo que va del 2021, según información de Artículo 19.

En el contexto de estos datos, que no son solo cifras, sino la pérdida de vidas humanas y la peligrosa realidad a la que los periodistas se enfrentan día con día, vale la pena reflexionar sobre el estado actual de la libertad de expresión, de las condiciones bajo las que realizan su trabajo los encargados de comunicar y sobre todo, pensar en qué estamos dispuestos a hacer en la vida comunitaria para que se garanticen las labores que nos permiten el acceso a la buena información, ese valioso bien sobre el que está asentado nuestro poder como sociedad.


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