Piezas de la cultura maya. Período Clásico, 600 - 900 AC. Subastadas por Artcurial.
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Arqueología: entre celebraciones y saqueos

Un pendiente olmeca hecho de jade, un hacha maya, vasijas, esculturas antropomorfas y zoomorfas como un perro azteca, jarrones y platos, entre otros utensilios, son parte del patrimonio cultural convertido en catálogo para subastarse en Francia.

Pese a las protestas y esfuerzos que hace el gobierno de México para detener el tráfico de bienes culturales y las pujas en Europa, estas no se han podido detener.

De nada sirvió la carta que México envió a la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), en la que se expone la preocupación por la venta de piezas pertenecientes al patrimonio cultural mexicano, pues ayer, Día de Muertos, la casa Artcurial acometió la subasta “Archéologie, Arts D’Orient & Art Précolombien”, conformada por 40 objetos de las culturas azteca y mixteca, entre otras.

La Declaración de Intención sobre el Fortalecimiento de la Cooperación Contra el Tráfico Ilícito de Bienes Culturales entre México y Francia se ve pisoteada. Para muestra, la subasta “Pre-Columbian Art & Taino Masterworks from the Fiore Arts Collection”. Esta puja se realizará el 10 de noviembre, por la empresa Christie’s. El catálogo comprende 72 piezas de las civilizaciones mayas, teotihuacanas, chontal, mixteca, olmeca y huasteca, de las cuales se prevén recabar hasta 41 millones de pesos.

Sin embargo, alejados de la lógica neoliberal, las piezas precolombinas son invaluables, ya que constituyen nuestra historia, nuestra identidad nacional y pluriculturalidad. Estas podrían exhibirse e investigarse para enriquecer el bagaje cultural hasta ahora conocido. Lamentable que el coleccionismo y el poder de unos cuantos esté por encima de la historicidad y la cultura.

Resguardar nuevos hallazgos

 

Pareciera que ante los ojos del mundo, México es idóneo para el saqueo. El coleccionismo está por encima de la recuperación de bienes culturales. En este sentido, las excavaciones realizadas en el sureste del país, en la ruta del Tren Maya, acrecientan nuestra riqueza arqueológica, pues se han localizado 17 mil vestigios.

Por ello, dependencias y académicos tienen la oportunidad de no repetir la historia de pillaje, de saqueos y de excavaciones ilícitas que propicien nuevas subastas. Urge que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) vigile estos hallazgos: molcajetes, metates, vasijas, elementos cerámicos y elementos de la vida cotidiana o carácter ritual. De lo contrario, estaremos lamentando de nuevo que particulares vendan parte de nuestra historia.

Si bien se prevé la apertura de dos nuevos museos con la arqueología encontrada, uno para la zona de Chichén Itzá y el otro para la ruta Puuc, se corre el riesgo de que las exhibiciones en estos recintos queden reducidas a unas cuantas piezas. Los arqueólogos estarán de acuerdo en que la fuente no es inagotable, esperemos que por parte de las autoridades mexicanas se condene de manera tajante a saqueadores transnacionales que ven una nueva oportunidad en aquellas entidades mayas.


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