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El derrumbe de los límites del lenguaje

– El arte abstracto de Verónica Jiménez

«Travesía»

Mixta sobre tela

140 X 120 cms.

 

En los últimos días, he pensado en la palabra “abstracto” y en sus derivados. Al consultar el diccionario, veo que su definición real nos indica que es aquel objeto, cosa, ente o fenómeno complejo que no permite un significado directo, a su vez, es algo que no logra una aprehensión unívoca de su definición puesto que se puede prestar a diversas interpretaciones. Al revisar esta definición, me surgieron más dudas que certezas porque consideré que la palabra “abstracto” posee la cualidad, dentro de su propia definición, de no referirse a algo concreto, a algo determinado, es decir que se define como algo indefinible.

 

Luego de jugar con estas palabras y sus significaciones, llegué a pensar en el origen de las palabras en sí, y después en nuestro lenguaje, es decir al que posee el ser humano. Acudo nuevamente a la definición para establecer un punto de partida en torno a estas reflexiones. Lenguaje es, entonces, fundamentalmente la facultad que tenemos los seres humanos para hacer y representar el mundo circundante mediante una serie de símbolos sonoros y visuales.

 

-Lenguaje y pensamiento-, ahora analizo la relación que existe entre estas dos palabras, me cuestiono acerca del origen de las palabras, de los idiomas, sobre cómo el pensamiento adquiere forma de palabra por medio del lenguaje, o será acaso que el lenguaje antecede al pensamiento. No conforme, seguí escudriñando en este embrollo.

 

El lenguaje humano es el medio que usamos para expresarnos, para comunicar nuestros pensamientos y también recibir, analizar, reflexionar y compartir los pensamientos provenientes de otros, esto quiere decir que inevitablemente ocurre un proceso de socialización. Por otro lado, el pensamiento es todo aquello que nos acontece en el interior de nuestras mentes que se funden como anhelos, recuerdos, discernimientos, sentimientos y demás; sin el lenguaje, el pensamiento nos quedaría solo para nosotros en nuestro interior.

 

Por lo que el lenguaje dirige al pensamiento hacia la objetivación del mundo transformando la experiencia en un orden coherente y adecuado. Al establecer este orden, el lenguaje construye un mundo en doble sentido de aprehenderlo y producirlo, así que la conversación es la manera eficaz realizadora del lenguaje en las situaciones “cara a cara” de la existencia individual.

 

Este doble sentido se manifiesta en las palabras puesto que existen dos relaciones al momento de pronunciarlas; dichas relaciones son de tipo cerrada y de tipo abierta. Cabe señalar, previamente a la explicación de estas relaciones, que el significado de una palabra representa una amalgama tan estrecha de pensamiento y lenguaje; una palabra sin significado, y sin intención, es un sonido un símbolo vacío, por lo que su significado es el componente esencial.

 

Así retomamos las relaciones: la cerrada se refiere al significado unívoco de la palabra, es lo que es, lo figurativo, lo denotativo, por otro lado, la relación abierta habla de lo connotativo, de la polivalencia de las palabras por la que caemos en el reino de la subjetividad y de las diversas interpretaciones.

 

¿Qué sucede cuando las palabras no logran contener su propio significado?, ¿qué se hace cuando no hay palabras para manifestar aquello que se siente o se piensa? Vuelvo a considerar lo abstracto, no hay forma, no hay denotación, pero sí liberación manifiesta del pensamiento sembrado por lo que hay en el mundo, es decir, el propio pensamiento derrumba los límites de la palabra para convertirse en arte, en color, en textura, en forma y en aroma; es la presentación pura de la polivalencia y de los múltiples significados, el lenguaje dirige al pensamiento transformado en arte, arte abstracto.

 

Verónica Jiménez es la artista indicada que desde muy joven tuvo la sensibilidad para comprender y plasmar sus pensamientos mediante el abstraccionismo, supo conservar la pureza abstracta de sus pensamientos y de su visión del mundo para manifestar en sus lienzos, ha sido leal a la necesidad humana de expresarse y no encuentra otro lenguaje más que el artístico, particularmente en el abstracto puesto que considera que es la representación más fiel de su pensamiento.

 

El arte de Verónica, quien es originaria de Guadalajara, Jalisco, demanda al espectador un conocimiento distinto para ser apreciado, ella diseña un nuevo lenguaje que nos lleva a prepararnos, a pensarnos y a conectarnos con nosotros mismos debido a que las formas que nos comparte exponen rasgos de la esencia humana, rasgos que no están dentro de determinados lineamientos preestablecidos.

 

El origen de su obra, el origen de sus abstracciones proviene del contacto con la naturaleza, viviendo plenamente la relación simbiótica que tiene con ella. Este contacto íntimo que Verónica plasma en su obra nos invita al dialogo y que debemos poseer el mismo idioma para comprender las profundidades de su pensamiento dado que abre las puertas a las posibilidades de una comunicación más amplia, que adquiera la facultad de ser genuinamente un lenguaje universal.

 

Verónica Jiménez, maestra del abstraccionismo, es el puente que genera, mediante su arte, un dialogo abierto que nos dirige a la comprensión del mundo tocando nuestros puntos más sensibles apegada al sentido orgánico de nuestros pensamientos; con sus pinceles y sus trazos derriba las barreras de las palabras para llegar a lo que Platón denominó como el mundo de las ideas.

 

Por Daniel Ramírez

Facebook: Eduardo Daniel Ramírez

Instagram: @danrasil


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