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Rumbo a la descolonización
Los esfuerzos por la descolonización que se han realizado en la Ciudad de México y en Chiapas, pueden ser el ejemplo para Jalisco, en particular para Guadalajara. Al cumplirse 529 años de la conquista, las autoridades estatales y municipales relucen por su inacción.
El año pasado en la Ciudad de México se retiró el monumento a Cristóbal Colón ubicado en Paseo de la Reforma, luego de anunciarse una protesta para derribarla el 12 de octubre. En aquella ocasión, el gobierno capitalino señaló que fue para restaurarla, pero esta semana se anunció que el pedestal de la Glorieta a Colón será sustituido por una réplica de la joven de Amajac, en representación de las mujeres indígenas.
Esta es la primera escultura prehispánica femenina que, por su vestimenta y su postura, posiblemente represente a una gobernante más que una deidad, como es el caso en la mayoría de esculturas de la huasteca veracruzana. Se encontró el 1 de enero del año en curso en la comunidad de Hidalgo Amajac, Veracruz.
Otro ejemplo de descolonización es el renombrar la estación del metro de la línea 2 de la Ciudad de México, “Zócalo” por “Zócalo/Tenochtitlan”, algo sencillo, pero que aporta para derrumbar el imaginario colectivo de la conquista, por el Día de la Resistencia Indígena.
Al remontarnos al año 1992, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, los pobladores derrumbaron el monumento del conquistador Diego de Mazariegos. En aquel 12 de octubre se conmemoraban 500 años del Día de la Raza.
Mientras, en Guadalajara, brillan por su ausencia las iniciativas o propuestas por los gobiernos en turno, tanto locales como estatales para romper el discurso de la conquista.
Una acción a replicar en la Zona Metropolitana de Guadalajara para derrumbar el imaginario colectivo del Día de la Raza podría ser el renombrar algunas calles o estaciones del Tren Ligero, por ejemplo la de Cristóbal de Oñate, de la Línea 2, ya que este personaje fue uno de los conquistadores de Jalisco y, tras las barbaries en contra de los pueblos nahuas, fundó la ciudad de Guadalajara.
En cuanto al actuar de la sociedad, quizá se vea mermado por la infraestructura del Nodo Vial Colón, donde se encuentra la estatua del mismo, en la avenida López Mateos al cruce con avenida Américas, pues complica las maniobras para derrumbarla ya que la base del pedestal se encuentra en el paso subterráneo.
En este contexto, es tan latente el desacuerdo de los mexicanos ante los nombres de conquistadores en las vialidades y el deseo de derrumbar sus estatuas en el país, que el alcalde de Medellín, en Extremadura, Valentín Pozo, redactó una carta a la embajada de México en España para que los restos de Hernán Cortés sean repatriados, ya que existe el temor de que sean profanados.
Tras 529 años de conquista, las venas abiertas de América Latina aún no cicatrizan y no sanarán si las administraciones locales no aportan a la descolonización.
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