Por 
Últimamente es más común en nuestro estado escuchar la palabra feminicidio y aunque parece obvio su significado, es importante entender que lo hace diferente a un homicidio.
Un homicidio puede calificarse en diversas categorías como lo son: doloso, accidental, simple, calificado, etc. No obstante, es el homicidio doloso el que suele confundirse con el feminicidio, el homicidio doloso es aquel que se comete con la plena intención de dar muerte a una persona, siendo el ejecutor de este acto consiente de sí y sus acciones.
Por otro lado un feminicidio se caracteriza en que la muerte de la víctima haya sido por su género, es decir, por el simple hecho de ser mujer. Estas muertes suelen estar ligadas a personas del mismo círculo familiar, laboral o de la zona de vivienda y en ocasiones acompañadas de violencia física o antecedentes de violencia psicológica.
Los aspectos considerados para determinar un feminicidio suelen ser: que la víctima presente signos de violencia sexual o de cualquier tipo, que se hayan ocasionado a la víctima lesiones o mutilaciones de carácter degradante, que el cuerpo de la víctima sea expuesto o exhibido en un lugar público, entre otras más.
Es así que los feminicidios son asesinatos cometidos exclusivamente sobre un grupo específico de personas, las mujeres, diferenciándose de un homicidio calificado en la móvil de la acción, que es el desprecio al género femenino.
Sin embargo, la importancia de los feminicidios no está en su ejecución, sino en las medidas que estamos tomando para detener estos actos, en su mayoría impunes. La discriminación de la mujer ha llegado a un punto tan alto en muestro estado y país que está manifestándose en muertes cada vez más sangrientas y humillantes, las mujeres y los hombres de esta sociedad merecemos vivir dignamente y que nadie decida sobre nuestras vidas por el hecho de considerar que algunos son diferentes y por lo tanto inferiores.
Por 
